El lenguaje es el medio que usamos para comunicarnos e interaccionar con nuestro entorno. Hay una relación estrecha entre el lenguaje, el desarrollo cognitivo y el área social.
El lenguaje comienza en los bebés desde el nacimiento. Para un buen desarrollo deben ser capaz de oír, ver, entender y recordar. Alrededor de los cuatro años un niño debe tener, más o menos, consolidado su lenguaje.
Tipos de alteraciones del lenguaje:
- Alteraciones del habla que afectan a la articulación, el ritmo y la voz.
- Retraso del lenguaje en la que el niño está inmaduro respecto a su edad cronológica y afectan a algunas áreas como:
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- Estructuración de las frases.
- Léxico reducido y como consecuencia, un lenguaje pobre.
- No usa el lenguaje para comunicarse.
- Trastorno del lenguaje. Es una dificultad en la que el lenguaje se presenta tardíamente, con dificultades en la expresión y comprensión. Estas dificultades persisten en el tiempo.
CONSECUENCIAS DE UN PROBLEMA DEL LENGUAJE QUE NO SE ATIENDE A TIEMPO.
- Dificultades para adquirir el proceso lectoescritor.
- Frustración ya que el entorno no le entiende y no es capaz de resolver sus necesidades.
- Problemas en el aprendizaje.
- Baja autoestima cuando son conscientes de su problema.
- Mala sociabilización con adultos y niños ya que no se comunican de forma efectiva.
- Problemas para expresar sus ideas ya que no es capaz de organizar sus ideas.
- Conjugar mal los verbos.
- No entiende los dobles sentidos, la ironía. Lo entiende todo de forma literal.
- Dificultades en la atención y la memoria.
- Problemas en la adquisición de una segunda lengua.
La intervención temprana es clave para un buen desarrollo.
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